@c -*- coding: utf-8; mode: texinfo; -*- @c This file is part of lilypond.tely @ignore Translation of GIT committish: f5a2aec5313027cb9b89a917b52230b2a7f31df7 When revising a translation, copy the HEAD committish of the version that you are working on. See TRANSLATION for details. @end ignore @node Preface @unnumbered Preface Debió ser en el transcurso de un ensayo de la EJE (Joven Orquesta de Eindhoven), allá por 1995 cuando Jan, uno de los violistas chiflados, le habló a Han-Wen, uno de los trompistas distorsionados, acerca del gran proyecto en que estaba trabajando. Era un sistema automático para imprimir música (para ser exactos se trataba de MPP, un preprocesador para MusiXTeX). Ocurrió entonces que Han-Wen quiso imprimir unas particellas sacadas de una partitura, y así empezó a echarle un vistazo al programa, y en seguida se quedó estancado. Se decidió que MPP era un callejón sin salida. Después de muchísimo filosofar y de montañas de encendidas conversaciones por correo electrónico, Han-Wen inició el proyecto LilyPond en 1996. Esta vez Jan resultó absorbido por el nuevo proyecto de Han-Wen. En ciertos aspectos desarrollar un programa de ordenador es como aprender a tocar un instrumento. Al principio es divertido descubrir cómo funciona, y aquello que no eres capaz de hacer plantea sus retos. Pasado el entusiasmo inicial, hay que practicar más y más. Las escalas y los estudios pueden aturdir, y si no estás motivado por otras personas (profesores, directores o el público) uno siempre está tentado de abandonarlo. Uno persevera y poco a poco tocar viene a ser una parte de la vida. Unos días se acoge de forma natural, y es estupendo, y otros simplemente la cosa no funciona, pero uno sigue tocando día tras día. Igual que hacer música, trabajar sobre LilyPond puede ser un trabajo muy duro y hay días en que uno se siente como atravesando un nido de bichos. A pesar de todo se ha convertido en parte de nuestra vida y seguimos haciéndolo. Con toda probabilidad la motivación más importante es que nuestro programa realmente hace algo útil por las personas. Cuando navegamos por la red encontramos mucha gente que utiliza LilyPond y produce unas partituras impresionantes con él. Contemplar esto lo hace sentir irreal, pero de una manera muy agradable. Nuestros usuarios no sólo nos transmiten buenas vibraciones por usar el programa, también muchos de ellos nos son de ayuda enviando sugerencias e informes de fallo, así que nos gustaría agradecer a todos los usuarios que nos han enviado estos informes, proporcionado sugerencias o contribuido de cualquier otra forma a LilyPond. Tocar e imprimir música es algo más que una bonita analogía. Programar juntos es muy divertido, y ayudar a las personas es algo profundamente gratificante, pero en último término trabajar en LilyPond es una forma de expresar nuestro profundo amor por la música. ¡Ojalá que le ayude a crear montañas de preciosas partituras! Han-Wen y Jan Utrecht/Eindhoven, Holanda, julio de 2002.